Vemos
que hoy la palabra destituyente
puede usarse para nombrar fenómenos tan heterogéneos como el golpe
de estado que desplazó a Fernando Lugo de la presidencia en Paraguay
y el paro
convocado por el líder sindical Hugo Moyano,
con movilización a Plaza de Mayo incluida. El término expresa el
temor más íntimo del período kirchnerista, nacido luego del clamor
por "que se vayan todos" de las plazas del 2001: el temor
al debilitamiento del gobierno vía movilización civil. Adoptada por
Cristina durante la confrontación con el campo en 2008, cuatro años
después la noción de destituyente
parece tomar nuevos matices. ¿Qué connotaciones tiene en la
política actual?
La
idea de lo destituyente liga subterráneamente al gobierno de
Cristina con los tiempos alfonsinistas, al momento en que retoma un
discurso que identifica a la democracia con las instituciones de
gobierno e interpela a la ciudadanía como su protectora. Durante el
conflicto en torno a la 125, el kirchnerismo visualizó como enemigo
a lo que denominó las “corporaciones” (el sector rural, los
medios de comunicación,el sector financiero), actores con una
capacidad “desestabilizadora” del gobierno.
Bajo
esta definición de destituyente
puede entenderse la crisis política en Paraguay, donde los sectores
de poder desafían la legitimidad de un gobierno elegido
democráticamente. Luego, la caracterización que en estos días el
gobierno argentino hizo del sindicalismo –tanto frente a las
marchas de Moyano como a las medidas de fuerza de los “dragones”
en Chubut- ¿puede asimilarse a esa lógica? ¿Pueden ser pensados
como una corporación, cuya acción afecta la gobernabilidad? ¿Era
el sindicato de camioneros definido como corporación mientras su
líder permaneció junto al gobierno?
Nos
vemos tentados, sin remedio, a dejar de lado el rigor del discurso
institucionalista para hacer una lectura del fenómeno desde una
teoría de las hegemonías, que dice que las hegemonías políticas
se construyen en un escenario de antagonismos. Desde esta mirada,
podemos preguntarnos si cuando se habla de acción
destituyente no se estará
defendiendo una hegemonía de gobierno e intentando desarticular la
producción de momentos con un potencial contrahegemónico. La noción
de destituyente
es tomada de un discurso de cuidado de las instituciones e importada
dentro de una formación discursiva de corte pragmatista.
¿Toda
construcción política antagónica al gobierno es destituyente?
¿Cuáles son los movimientos o sectores políticos que reciben esa
denominación? El sector más beneficiado del campo en Argentina y la
cúpula del sindicalismo. Las altas clases propietarias en Paraguay,
la policía en Bolivia. A los mapuches, a los pequeños campesinos, a
las asambleas mineras, a las manifestaciones de trabajadores que no
involucran los grandes sindicatos, a los cortes de calles de los
habitantes de las villas no se los considera destituyentes.
Nos da la sensación de que para merecer esa categoría hace falta
ser o haber sido parte activa de un armado de gobierno, participar
del mainstream
político.
El
de la hegemonía, sin embargo, nunca es un juego cerrado. La
organización Tupac Amaru en Jujuy es un ejemplo de que los actores
que quedan fuera en un cierto momento de gobierno, pueden tomar un
lugar de protagonismo cuando las fuerzas cambian. Esto implica que
toda productividad política activa una posibilidad de antagonismo al
poder constituido. ¿Puede pensarse la actividad política sin
conspiración? ¿Qué pasa cuando la palabra destituyente
no permite leer la trama de los conflictos?
Cuando
nos proponemos pensar el moyanismo por fuera del discurso de lo
destituyente, sin atribuirle vicios antidemocráticos ni verlo como
ejerciendo una presión ilegítima sobre el gobierno, comienzan a
surgir otro tipo de preguntas. ¿Cuál es la construcción política
de Moyano? ¿Cuáles son las fuerzas existentes en el sindicalismo y
qué formas de relación con el gobierno tienen? ¿Por qué Cristina
reflota a los gordos para contrarrestar el poder de su ex-aliado?
¿Qué pasa con toda una franja de trabajadores jóvenes que no ha
generado una conducción propia? ¿Son ésto los Dragones? ¿Qué
formas de gobierno generan sus intervenciones?
un destituyente es un contrahegemónico con plata propia. con caja. por eso scioli no lo es.
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