30 de julio de 2012

¿Qué quiere decir “destituyente” en la política actual?


Vemos que hoy la palabra destituyente puede usarse para nombrar fenómenos tan heterogéneos como el golpe de estado que desplazó a Fernando Lugo de la presidencia en Paraguay y el paro convocado por el líder sindical Hugo Moyano, con movilización a Plaza de Mayo incluida. El término expresa el temor más íntimo del período kirchnerista, nacido luego del clamor por "que se vayan todos" de las plazas del 2001: el temor al debilitamiento del gobierno vía movilización civil. Adoptada por Cristina durante la confrontación con el campo en 2008, cuatro años después la noción de destituyente parece tomar nuevos matices. ¿Qué connotaciones tiene en la política actual?

La idea de lo destituyente liga subterráneamente al gobierno de Cristina con los tiempos alfonsinistas, al momento en que retoma un discurso que identifica a la democracia con las instituciones de gobierno e interpela a la ciudadanía como su protectora. Durante el conflicto en torno a la 125, el kirchnerismo visualizó como enemigo a lo que denominó las “corporaciones” (el sector rural, los medios de comunicación,el sector financiero), actores con una capacidad “desestabilizadora” del gobierno.

Bajo esta definición de destituyente puede entenderse la crisis política en Paraguay, donde los sectores de poder desafían la legitimidad de un gobierno elegido democráticamente. Luego, la caracterización que en estos días el gobierno argentino hizo del sindicalismo –tanto frente a las marchas de Moyano como a las medidas de fuerza de los “dragones” en Chubut- ¿puede asimilarse a esa lógica? ¿Pueden ser pensados como una corporación, cuya acción afecta la gobernabilidad? ¿Era el sindicato de camioneros definido como corporación mientras su líder permaneció junto al gobierno?

Nos vemos tentados, sin remedio, a dejar de lado el rigor del discurso institucionalista para hacer una lectura del fenómeno desde una teoría de las hegemonías, que dice que las hegemonías políticas se construyen en un escenario de antagonismos. Desde esta mirada, podemos preguntarnos si cuando se habla de acción destituyente no se estará defendiendo una hegemonía de gobierno e intentando desarticular la producción de momentos con un potencial contrahegemónico. La noción de destituyente es tomada de un discurso de cuidado de las instituciones e importada dentro de una formación discursiva de corte pragmatista.

¿Toda construcción política antagónica al gobierno es destituyente? ¿Cuáles son los movimientos o sectores políticos que reciben esa denominación? El sector más beneficiado del campo en Argentina y la cúpula del sindicalismo. Las altas clases propietarias en Paraguay, la policía en Bolivia. A los mapuches, a los pequeños campesinos, a las asambleas mineras, a las manifestaciones de trabajadores que no involucran los grandes sindicatos, a los cortes de calles de los habitantes de las villas no se los considera destituyentes. Nos da la sensación de que para merecer esa categoría hace falta ser o haber sido parte activa de un armado de gobierno, participar del mainstream político.

El de la hegemonía, sin embargo, nunca es un juego cerrado. La organización Tupac Amaru en Jujuy es un ejemplo de que los actores que quedan fuera en un cierto momento de gobierno, pueden tomar un lugar de protagonismo cuando las fuerzas cambian. Esto implica que toda productividad política activa una posibilidad de antagonismo al poder constituido. ¿Puede pensarse la actividad política sin conspiración? ¿Qué pasa cuando la palabra destituyente no permite leer la trama de los conflictos?

Cuando nos proponemos pensar el moyanismo por fuera del discurso de lo destituyente, sin atribuirle vicios antidemocráticos ni verlo como ejerciendo una presión ilegítima sobre el gobierno, comienzan a surgir otro tipo de preguntas. ¿Cuál es la construcción política de Moyano? ¿Cuáles son las fuerzas existentes en el sindicalismo y qué formas de relación con el gobierno tienen? ¿Por qué Cristina reflota a los gordos para contrarrestar el poder de su ex-aliado? ¿Qué pasa con toda una franja de trabajadores jóvenes que no ha generado una conducción propia? ¿Son ésto los Dragones? ¿Qué formas de gobierno generan sus intervenciones?

1 comentario:

  1. un destituyente es un contrahegemónico con plata propia. con caja. por eso scioli no lo es.

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